Este verano está haciendo mucho calor. No siempre tenemos la playa o la piscina cerca, o puede que tras muchos días seguidos de bañarnos, queramos descansar un poco. Para cualquiera de esos casos os traemos unas refrescantes alternativas. Y lo mejor es que no nos costarán ni un solo euro, podremos hacerlas con cosas que tengamos por casa. Hoy os traemos 5 actividades para jugar con hielo.
Son actividades muy refrescantes con las que los más pequeños se lo pasarán en grande. Podrán experimentar distintas sensaciones o simplemente divertirse jugando.
1. Arqueología en hielo
Esta es quizás una de las actividades más entretenidas. Los más pequeños tendrán que picar el hielo para descubrir los tesoros escondidos en él. Podremos teñir el hielo con acuarelas, témperas o colorante alimenticio para que se queden sorprendidos. ¡Incluso podemos probar distintas formas! Un globo de agua congelada o un guante que haga un cubito con forma de mano dejarán a nuestros hijos con la boca abierta.
Tan solo necesitaremos un recipiente grande que podamos llenar de agua y dejar en el congelador. Añadid juguetes resistentes al agua como pequeñas figuras, piezas de lego… Nosotros pondremos alguna cosita protegida con bolsa de plástico. Después solo queda congelarlo y el día que haga mucho calor… ¡A picar! Podemos darles distintas herramientas para que experimenten también con qué materiales va mejor.
2. Pelota de hielo
Esta es una actividad para días bien calurosos. Recomendada a partir de 5 años. Es tan sencillo como llenar una bolsa de plástico con cubitos de hielo picados. En días muy calurosos la pinchamos con una aguja para que el agua helada refresque todavía más.
Los niños se la deben tirar como si de una pelota se tratase. Es una actividad ideal para jugar en alguna fiesta de cumpleaños o cuando tengamos visitas en casa. Podemos hacer un círculo y que un voluntario se ponga en el centro para intentar agarrar la pelota. ¡Premio para quien la coja!
3. Barquitos congelados
En este caso se trata de una manualidad fugaz. Los pequeños tendrán que crear unos barquitos de hielo que podrán decorar de muchas formas. Cuando los tengan listos y bien congelados los podrán ver flotar en la piscina, en el mar o en la bañera. Necesitaremos recipientes de plástico, tijeras, pajitas que se puedan doblar, celo, cartulina o papel un poco grueso, punzón y, de forma optativa, figuritas de plástico y algún colorante alimenticio o témpera.
Llenamos de agua los contenedores de plástico (las formas de los barcos). Doblamos la pajita hasta llegar a un ángulo de 90 grados. La introducimos con la parte corta dentro del recipiente, sujetándola con celo. Añadimos navegantes (animalitos de plástico) o decoración. Llenamos el recipiente y lo congelamos. Para la vela, cortamos la cartulina en forma de vela y le practicamos dos agujeros. Una vez congelados los barquitos, los extraemos (añadir un poco de agua caliente por encima de la base del recipiente) e izamos la vela.
4. Colorear con hielo
Este juego es muy fresquito y creativo. Para hacerlo hay que preparar con antelación unos hielos de colores, para ello se pone agua y témpera en una cubitera. Opcionalmente se le puede añadir un palo de madera para no pringarnos tanto, aunque si pintamos con las manos será más divertido. Cuando los hielos estén hechos, utilizaremos un rollo de papel continuo y pintaremos con los hielos de colores. ¡Tendremos un cuadro completamente helado!
Con esta manualidad, los niños experimentarán con nuevas técnicas de pintura. Además aprenderán a pintar sin importar el resultado, ya que el hielo es impredecible. Recomendados que participen en el proceso de creación de las pinturas y no solamente en pintar. Así verán como el agua de colores se convierte en esas pinturas que luego usarán.
5. Cubo frío sensorial
Avisamos que esta manualidad está pensada para jugar y ensuciarnos. Se trata de un cubo sensorial que juega con texturas, colores y temperaturas. Solo necesitaremos un gran recipiente donde los niños se divertirán con las distintas formas y texturas. Este recipiente se puede llenar con cubitos de hielo de colores, incluso con purpurina. Además, añadiremos espuma de afeitar, que en derretirse los cubitos se irá tiñendo tornando en colores de lo más diversos.
Los pequeños podrán manosear este mejunje y disfrutar con las distintas texturas. Si se atreven también podrán ponerse de pie dentro del barreño y notar las sensaciones con los pies.
Como veis, el verano no tiene porque ser sinónimo de aburrimiento ni de calor. Con estas refrescantes actividades para jugar con hielo podremos pasar ratos muy divertidos. Y si aún queréis más ideas para hacer este verano, podréis consultar la sección de juguetes para el aire libre y acción de nuestra tienda on-line.